No. 1 Año 5           ISSN:1684-1859
Editorial  

La Informática Médica se nutre de varias ciencias. A diferencia de otras, ésta no es el desprendimiento de una ciencia madre, sino la integración a partir de sucesos y avances ocurridos en muchas otras ciencias. El modelo de Mendel, donde la modelación matemática sugirió las bases de la herencia y promovió las intensas investigaciones que no reducen su ritmo desde inicios del siglo XX hasta hoy, está en la base de la bioinformática en particular y de la informática médica en general.
El telégrafo, un invento del siglo XIX fue utilizado para transmitir imágenes de rayos X, y por tanto su invención está en las bases de la telemedicina. La segunda ley de la termodinámica plantea que un cuerpo no puede enfriarse espontáneamente a no ser que se le coloque en contacto con otro más frió. A inicios del siglo XX apareció la denominada paradoja del demonio de Maxwell. Una caja llena de gas se separa por una pared con una abertura. Cuidando de la abertura está un pequeño duende o demonio que deja pasar al otro lado la molécula si su velocidad es alta, de lo contrario la rechaza. Después de un tiempo una parte de la caja estará con moléculas frías y otra con moléculas calientes. No se gastó energía para ello. Después de discutir durante décadas se llegó a la conclusión que para ver la molécula el duendecillo necesita información, al hacerlo, dada la relación entre entropía e información, necesitaría aumentar la entropía del sistema, por lo que es imposible reducirla. Ese es un excepcional ejemplo donde la teoría de la información pudo dar solución a un problema teórico de la física.
La creación de la computadora, la invención del transistor, la doble espiral y el código genético, el modelo de Hodgkin y Huxley, los avances de la estadística, y la potenciación de la estadística con el desarrollo de las computadoras, son otros hitos que no deben obviarse.
De esta manera, la Informática Médica puede estar entre las ciencias más interdisciplinarias.
Está demostrado que fueron precisamente las ciencias interdisciplinarias las que más rápidamente avanzaron en el siglo XX. Pensemos en la biología molecular para citar solo un ejemplo. Eso es lo positivo de nuestra ciencia. Pero el avance no llega por decreto, es preciso que los miembros de un colectivo sean capaces de comunicarse con sus colegas que proceden de otras áreas. Debemos ser cuidadosos al aplicar conclusiones que provienen de ciencias en las que no somos especialistas. Debemos nutrirnos de las otras ciencias, comprender ante todo la medicina y los problemas de salud.
Por esa razón creímos conveniente poner a disposición de nuestros lectores el artículo del Dr. C. William Almaguer. Comprendiendo cómo se genera el potencial de acción en la célula nerviosa condujo a la idea del pulso digital como moneda informacional en la computadora. Comprendiendo las bases de la memoria en los animales más avanzados puede cambiar la manera en que hemos almacenado la memoria hasta hoy en nuestras computadoras. Queríamos también mostrar también que especialistas de los campos más diversos tienen su espacio en nuestra RCIM.


José Luis Hernández Cáceres


 

 
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