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Titulo: Plasticidad sináptica duradera (LTP): un punto
de partida para entender los procesos de aprendizaje y memoria.
Autores:
William Almaguer Melian* , Jorge Bergado Rosado y Reyniel Cruz Aguado
* CIREN
Laboratorio de Electrofisiología Experimental
E. Mail: william@neuro.ciren.cu
Índice
general
Resumen
La memoria y
aprendizaje junto a las otras capacidades intelectuales son las
habilidades más apreciadas por la humanidad, tal vez porque
son la que nos distinguen en el reino animal, las que nos han dado
el inmenso éxito evolutivo. En las últimas décadas
se han producido una serie de avances que nos permiten comenzar
ha entender mejor la naturaleza de funcionamiento del Sistema Nervioso
y su capacidad para modificarse como consecuencia de la experiencia.
A esta compresión a contribuido de manera notable el estudio
de un fenómeno análogo a la memoria y el aprendizaje
conocido con potenciación sináptica a largo plazo
(LTP). Este artículo revisa un grupo de evidencias que muestra
los mecanismos de la LTP, su semejanza con los que tiene lugar en
el aprendizaje y la memoria; así como el papel de las emociones,
las motivaciones y el efecto del envejecimiento cerebral sobre el
mantenimiento de tales cambios.
PALABRAS CLAVES: plasticidad sináptica, neuroplasticidad,
memoria y aprendizaje, emociones, motivaciones, envejecimiento cerebral.
Introducción
Aprender y recordar junto a las otras capacidades intelectuales
son las habilidades más apreciadas por la humanidad, tal
vez porque son la que nos distinguen en el reino animal, las que
nos han dado el inmenso éxito evolutivo. El hombre siempre
ha sentido un gran interés por conocer qué parte de
nosotros y por qué medios se logra el aprendizaje y la memoria.
A lo largo de la historia se han dado explicaciones especulativas
que van desde aquellas que las atribuyen a un alma o espíritu
inmortal e inmaterial y por tanto inescrutable, hasta las que consideran
que tales fenómenos tienen lugar en el Sistema Nervioso,
especialmente en el cerebro, lo cual hace posible que sean estudiados.
A lo largo de nuestras vidas incorporamos una gran cantidad de información
acerca del mundo que nos rodea y además se mantiene una continuidad
de nuestra personalidad. El aprendizaje es la adquisición
de información acerca de un evento ocurrido y la memoria
es la tenencia ya en el Sistema Nervioso de datos sobre determinados
estímulos, que permiten interactuar con el medio de un modo
más eficaz [124].
El aprendizaje y la memoria permiten a los animales interactuar
con más éxito con su entorno variable, impredecible
y no pocas veces, adverso. Preservar el medio interno es una función
de todo el organismo, en especial del Sistema Nervioso y del Sistema
Endocrino. Dentro del Sistema Nervioso se destaca, en relación
con estas funciones, el Sistema Límbico o Cerebro Emocional
[116]. Esta importante área del cerebro
no sólo participa en el control de la homeostasis, sino que
nos dice qué parte de nuestra experiencia resulta placentera
y cuál angustiante o dolorosa. De modo que puede acercarnos
a lo agradable y alejarnos de lo que no lo es. Más importante
aún, el Sistema Límbico desencadena una serie de eventos
que pueden dejar huellas, consolidar memoria acerca de los hechos
y circunstancias evaluadas por él, que son potencialmente
importantes en el futuro [182, 116,
133].
Plasticidad, una propiedad del Sistema Nervioso
El Sistema Nervioso tiene la propiedad de modificarse como consecuencia
de su propia actividad. Continuamente está analizando y elaborando
respuestas a la información cambiante que le llega desde
la periferia. A esta potencialidad del Sistema Nervioso se le conoce
como neuroplasticidad [128, 21].
En condiciones fisiológicas, el incremento de la actividad
nerviosa está determinado por el procesamiento de la información
a partir de los cambios energéticos que se producen tanto
en el medio interno como en el medio externo. Así pues, es
presumible que tal incremento de la actividad de los circuitos activados
produzca cambios en ellos de diferente naturaleza que pueden tener
una duración variable. En gran medida su estructura y funcionamiento
van a depender de la experiencia, lo cual es en principio la base
para el desarrollo de las capacidades de aprendizaje y memoria que
en el hombre parecen no tener límites. De modo que, la plasticidad
le permite al Sistema Nervioso almacenar información acerca
de experiencias y eventos pasados.
Responder a la pregunta de qué es lo que se modifica en el
Sistema Nervioso cuando se aprende y cuáles son las bases
celulares y moleculares de la memoria es un antiguo anhelo de la
humanidad. La respuesta a esta interrogante aclara al menos en parte
otra trascendente e inefable cuestión de; ¿quiénes
somos?
Hoy, con el incremento en las expectativas de vida, tales interrogantes
abandonan un tanto el plano filosófico y gnoseológico
para convertirse en un imperativo de calidad de vida, de salud.
Al prolongarse más el tiempo de vida, se incrementa la incidencia
de enfermedades, en las cuales se produce una pérdida progresiva
e irreversible de la memoria y otras capacidades.
Una de las dificultades que nos ha imposibilitado adentrarnos en
el conocimiento de la memoria es que no sabemos cómo, qué
y dónde buscar. Sólo en la segunda mitad del siglo
pasado aparecieron técnicas y procedimientos que permiten
estudiar y comenzar a dilucidar estas interrogantes.
Sinapsis, posible locus de la memoria
La neuroplasticidad tiene lugar en diferentes niveles de organización
de la materia y los acercamientos experimentales a ella van desde
estudios conductuales hasta los análisis de actividad y expresión
de proteínas. Probablemente, en muchas de las formas de plasticidad,
si no en todas, subyacen modificaciones en las conexiones de los
circuitos neurales implicados [21].
La sinapsis es un tipo de unión celular sumamente especializada
y constituye el sitio físico que sirve de puente para el
paso de información de una neurona a otra [199,
126]. Las neuronas no sirven al Sistema Nervioso,
si no están adecuadamente conectadas entre sí. Las
sinapsis posibilitan que las diferentes partes interactúen
funcionalmente, y de esa interacción surge el Sistema Nervioso.
En esta importante estructura se determina cuál información
y en qué magnitud pasa a la próxima población
neural [125].
Las propiedades de cualquier sistema dependen del número
y propiedades de sus elementos, así como del número
y propiedades de sus relaciones mutuas o conexiones. Un cambio en
la relación estímulo-respuesta (input-output)
o en la conducta del sistema necesita de cambios en la estructura,
pero un cambio en la estructura del sistema no implica necesariamente
un cambio en su conducta. En el Sistema Nervioso podemos considerar
a las neuronas como los principales elementos del sistema, las sinapsis
representan la principal relación o conexión. Asumiendo
que el número de neuronas no cambia durante los procesos
de aprendizaje y memoria, podemos considerar que las alteraciones
en la conducta observadas después del aprendizaje son debidas
a cambios en las propiedades y número de las sinapsis. No
se producen grandes modificaciones en el número de neuronas
a lo largo de la vida que puedan explicar los grandes volúmenes
de información que son almacenados en forma de memoria [148].
Así es que las sinapsis son un buen candidato de sustratos
que sustenten la memoria.
Cajal fue el primero en sugerir que en las terminales nerviosas,
descubiertas por él, podían tener lugar cambios de
conectividad como consecuencia de la actividad de las neuronas y
que cambios de esa naturaleza estaban en la base de la memoria [37].
Esta idea fue formalizada más tarde por Hebb, quien predijo
que 'cuando el axón de una célula A está suficientemente
cerca para excitar a la célula B, repetida o consistentemente,
algunos procesos de crecimiento o cambios metabólicos pueden
ocurrir en una o ambas células, de tal modo que la eficacia
de estas sinapsis aumenta' [99]. En los años
setenta Matthies propuso un sugerente modelo celular para explicar
como podía ocurrir el proceso de consolidación de
la memoria. Para Matthies el estímulo condicionado produce
cambios transitorios en las sinapsis activadas, aunque estas resultan
demasiado débiles como para provocar una respuesta. Si dentro
de un período, se produce una activación de sinapsis
fuertes sobre las mismas neuronas, capaz de producir una respuesta
(estímulo incondicionado), entonces se producirá simultáneamente
la activación de la síntesis de nuevas proteínas,
las cuales pueden llegar hasta las sinapsis débiles antes
activadas e incorporarse a ellas y modificar su eficacia. La repetición
de este apareamiento temporal entre estímulo condicionado
y estímulo incondicionado conduce al desarrollo de un reflejo
condicionado [148].
Los primeros estudios clínicos sobre los procesos de memoria
sugirieron que estos pasaban por dos fases fundamentales. Un estado
inicial frágil y poco estable en el tiempo que eventualmente
se consolidaba y se hacia más duradero y estable en el tiempo
[163]. La hipótesis de la consolidación,
como se le nombró, fue la base para los estudios posteriores
que estuvieron encaminados a establecer los mecanismos y procesos
que se relacionan con el fenómeno de la memoria y su consolidación
Hoy se considera que la memoria tiene dos grandes fases temporales.
Una memoria a corto plazo que puede convertirse en una memoria de
larga duración en determinadas circunstancias [144,
145, 146, 147,
148]. Es decir, la información almacenada
inicialmente de forma lábil y transitoria (short-term
memory <4h) se convierte en memoria a largo plazo (long-term
memory >4h) mediante un proceso de consolidación de
ese trazo de memoria. Si no tiene lugar la consolidación;
se pierde la información. El proceso de consolidación
es dependiente del tiempo [151]. Deben ocurrir
una serie de eventos en una secuencia precisa, entre los cuales
está la síntesis de nuevas proteínas [70,
167, 96, 95,
168]; [43]. Sin embargo, existen
evidencias que muestran que este proceso no tiene que ser necesariamente
en serie, es decir que a la memoria a corto plazo le siga una etapa
de más larga duración; si no que puede producirse
paralelamente. Izquierdo [119, 121]
y otros han mostrado [151] que fármacos
que afectan la memoria a corto plazo no afectan la memoria a largo
plazo.
Importancia del estado emocional-motivacional en el aprendizaje
El sistema límbico o emocional constituye una interfase flexible
entre la información sensorial y el sistema de acción,
que apareció en los mamíferos primitivos, y evalúa
la información proveniente de la periferia no en términos
de qué, dónde y cómo; sino en términos
de recompensa y castigo. Del resultado del análisis que hace
este sistema se derivan casi todas las conductas de los animales
por cuanto establece el valor afectivo de la información
que puede entonces quedar almacenada en el Sistema Nervioso. De
modo que cuando el animal se expone a ese estímulo nuevamente
se desenvuelve con más eficiencia y éxito [124,
116].
La simple observación ha mostrado que el estado emocional-motivacional
es importante en los procesos de aprendizaje y memoria. Una motivación
elevada o un estado emocional excepcional nos ayuda a recordar eventos
y sucesos que en otras condiciones hubiéramos olvidado. Más
tarde, se ha podido comprobar experimentalmente que ciertamente
el estado emocional/motivacional es decisivo para la consolidación
de la memoria [5]. Numerosos estudios experimentales
muestran una relación entre motivación-emoción
y cognición. Sin embargo, es interesante reseñar algunos
estudios que contribuyen a establecer las vías y mecanismos
implicados en esas relaciones. Así, se ha podido demostrar
la participación de sistemas neurotransmisores que incluyen
a la norepinefrina, la dopamina, la acetilcolina y el GABA [91,
58, 118, 9,
90, 98, 68,
66, 67, 69]
y hormonas como los glucocorticoides [187, 189].
Esos estudios confirmaron también la participación
de estructuras límbicas como la amígdala y el septum
en el reforzamiento emocional/motivacional de la memoria [155,
164, 169, 67].
De particular importancia es la amigdala, la cual se sabe desde
la década del treinta del pasado siglo está implicada
en conductas emocionales [127] tanto en los animales
como en los humanos [5, 123,
137, 87, 53,
50, 17]. Recientemente, se ha
demostrado que la amígdala está relacionada con los
procesos de memoria emocional [136], y que pudiera
actuar reforzando contenidos de memoria en otras zonas del cerebro
[155, 154, 153,
152, 156]. Se sabe que la
lesión de la amígdala basolateral bloquea el efecto
potenciador sobre la memoria de la administración de glucocorticoides
en el hipocampo dorsal [185]. Estos sistemas
y estructuras median también las influencias del estrés
sobre los procesos de aprendizaje y memoria [187].
Los efectos del estrés sobre la memoria parecen depender
de cuanto resulte activado el eje hipotálamo-hipófisis-suprarrenal
y, consecuentemente, cuanto se eleven los niveles circulantes de
glucocorticoides y noradrenalina. Un incremento moderado facilita
la memoria, pero uno excesivo la deteriora [139,
192, 102, 52,
11, 175, 186,
47, 183].
Potenciación sináptica duradera (LTP)
En 1973, se encontraron las primeras evidencias experimentales que
apoyaban las suposiciones de Cajal y de Hebb, es decir, que las
sinapsis tienen la capacidad de modificarse como consecuencia de
su actividad [32]. A este fenómeno se le
ha conocido como potenciación sináptica duradera o
más usualmente por sus siglas en Inglés LTP (Long-term
potentiation), y consiste en un incremento sostenido en la eficacia
de la transmisión sináptica después de estimular
una vía aferente con estímulos de alta frecuencia
de repetición (EAFR), esto es, todo el proceso de transmisión
ocurre más rápidamente y en mayor magnitud [138,
33]. Tales cambios se producen inmediatamente
y poseen una duración variable, en dependencia del protocolo
utilizado para su inducción, que va desde algunas horas,
días y hasta semanas. La LTP, desde su descubrimiento ha
sido propuesta como un modelo celular de los procesos que subyacen
en el aprendizaje y la memoria [33]. Dos analogías
fundamentales sustentan la sugerencia de que la LTP pueda considerase
un buen modelo de aprendizaje y memoria: el hecho de que la potenciación
a largo plazo es un cambio de conectividad duradero que depende
de la actividad y que fue descrito en el hipocampo, una estructura
relacionada con la memoria.
El hipocampo es una estructura límbica cortical, que desde
los años cincuenta se sabe que está implicada en algunas
formas de memoria [172]. Si bien el hipocampo
no parece ser el almacén definitivo de contenidos de memoria
bien establecidos, las evidencias clínicas y experimentales
indican que el hipocampo cumple funciones importantes en la consolidación
de la memoria [159]. Aunque no se excluye su
participación en otras formas de memoria, se conoce que está
involucrado tanto en la memoria espacial en roedores como en la
memoria explícita en humanos [64, 62,
63, 198]. El hipocampo recibe
de la corteza grandes volumen de información multimodal,
la asocia, la retiene durante el procesamiento, la amplifica, probablemente
la compara con la ya existente y contribuye a su consolidación
en la corteza cerebral [104].
El hipocampo y la amígdala participan simultáneamente,
tanto en los estados iniciales de la formación de la memoria,
como en la recuperación [120, 117,
30, 29, 10]
LTP y memoria
Como hemos mencionado la LTP ha sido considerada como un mecanismo
celular de memoria y aprendizaje. Esta especulación se basa
en la coincidencia entre las características de la LTP y
las atribuidas a la memoria. Dentro de las características
que hacen de este fenómeno plástico un buen modelo
celular de memoria están [46]:
- La LTP es un incremento en la eficacia de la transmisión
sináptica dependiente de la actividad. Desde finales del
siglo XIX se ha pensado que en los procesos de memoria subyacen
cambios en la eficacia de la transmisión sináptica
de los circuitos activados.
- La LTP se desarrolla en muy corto tiempo y puede durar por varias
semanas, meses y, tal vez, años.
- La LTP es un evento sináptico/específico. Sólo
las sinapsis activadas por el EAFR muestran potenciación.
- La LTP es asociativa. Las sinapsis estimuladas subumbralmente
se pueden potenciar si simultáneamente se estimula con fuerza
un ingreso vecino.
- La LTP como la memoria tiene fases. Una fase inicial independiente
de la síntesis de proteínas y una fase tardía
que sí requiere la síntesis de novo de macromoléculas.
Además puede ser consolidada por factores de naturaleza afectiva.
Existen algunas evidencias que muestran que durante algunas formas
de aprendizaje y memoria se producen cambios de conectividad similares
a los que ocurren en la LTP post-tetánica. Por ejemplo, el
condicionamiento del reflejo corneal en los conejos [214]
produce un incremento de la eficacia en la transmisión de
las sinapsis vía perforante-células granulares. También
el aprendizaje discriminativo en la cámara Y conduce a un
incremento en la amplitud de la espiga poblacional en el giro dentado
24 horas después del entrenamiento [190].
Skelton y cols. observaron un aumento en la amplitud de los potenciales
de acción compuesto (P) durante una prueba de condicionamiento
operante con motivación apetitiva [200].
El condicionamiento al miedo produce LTP en la amígdala [181],
e induce un incremento en la eficacia sináptica en la vía
núcleo geniculado medial-amígdala lateral [158].
El aprendizaje en pruebas de discriminación espacial produce
en el septum lateral cambios similares a los de la LTP [89].
La adquisición de habilidades motoras puede conducir a la
inducción de una LTP en la corteza [178]
[141].
Un problema común en todos esos estudios es que no puede
afirmarse que las sinapsis estudiadas participen en el proceso de
aprendizaje. Una estrategia para resolver ese problema consistió
en utilizar la estimulación eléctrica de baja frecuencia
de repeticiones como estímulo condicionado en una prueba
de evitación activa. Se pudo demostrar que los animales no
solo aprenden la prueba, sino que, simultáneamente, se desarrolla
un incremento en la reactividad sináptica de esa misma población.
Resultó significativo el hecho de que esa potenciación
post-entrenamiento no se observó en animales que no aprendieron
la prueba [150, 24] .
Los estudios de saturación de la LTP también han pretendido
establecer una relación entre LTP y memoria. La fundamentación
teórica de estos estudios es la siguiente. Si durante el
aprendizaje tienen lugar modificaciones como la LTP en determinada
población sináptica, se puede esperar que si todas
la sinapsis de esa población neuronal están potenciadas
al máximo, esto afectará la adquisición de
nuevos contenidos de memoria dependientes de esa población.
Algunos resultados han mostrado que en estas condiciones de saturación
se deteriora la capacidad de aprendizaje espacial [15].
Sin embargo, los resultados de otros estudios no han sido tan convincentes
o son incluso contradictorios [34, 162].
Otra estrategia utilizada para establecer una posible relación
entre LTP y memoria ha sido actuando sobre los mecanismos subyacentes
en la LTP con el fin de observar sus efectos sobre la memoria. Morris
en la década del ochenta probó que antagonistas de
los receptores al glutamato del tipo NMDA y que bloquean la inducción
de la LTP, reducen también el aprendizaje espacial [161].
La LTP depende de que prime la actividad de las proteínas
cinasas sobre la de las fosfatasas. La inhibición genética
de la calcineurina, una importante fosfatasa, facilita el aprendizaje,
la memoria
y la LTP [140]. El aprendizaje espacial incrementa
en el hipocampo los niveles de la proteína
calcio-calmodulina cinasa II (Ca++/CaM), una cinasa que se activa
durante la inducción de la LTP, y la inhibición de
esa proteína deteriora el aprendizaje espacial [208,
39]. La modificación transgénica
de la Ca++/CaM en la treonina 286, el sitio autofosforilable, deteriora
la plasticidad dependiente de la experiencia en la corteza somatosensorial
primaria donde están representadas las vibrisas en los roedores
(barrel cortex). Análogos del AMPc, cuya activación
es decisiva para el mantenimiento de la LTP [84,
80, 77], mejoran la retención
del aprendizaje de evitación inhibitorio [26].
La activación de la cascada AMPc/PKA es mediada por receptores
dopaminérgicos D1/D5 en el hipocampo [25].
Los antagonistas beta-adrenérgicos y los inhibidores de la
PKA afectan el aprendizaje [28]. Es notorio que,
tanto la LTP como la memoria tengan una fase inicial transitoria
(<4h, en ambos fenómenos) y una fase tardía que
depende de la síntesis de proteínas.
Los estudios en el molusco marino Aplysia californica han
demostrado que hay una relación directa entre el aprendizaje
y cambios plásticos en las sinapsis de los circuitos implicados
en el desarrollo de la conducta aprendida [41,
40, 13, 42],
lo cual muestra que cambios de esta naturaleza pueden subyacer en
los procesos de aprendizaje y memoria. Mecanismos similares a los
antes mencionados -como la síntesis de nuevas proteínas-
inducido por la cascada de activación AMPc/PKA/CREB (CREB,
cAMP response element binding protein) se ha encontrado que
son necesarios para el aprendizaje en la mosca Drosophila melanogaster
[219, 218], lo cual sugiere
que estamos frente a mecanismos que son universales.
De cualquier modo, en lo que si no hay duda es que el procesamiento
de información, como consecuencia de la experiencia, produce
modificaciones morfofuncionales en el Sistema Nervioso, como han
mostrado los trabajos con ambientes enriquecidos [128].
En tales
condiciones, los animales mejoran la memoria, la adquisición
de habilidades motoras y se hacen más resistentes a traumas
y enfermedades [212].
En su conjunto estas evidencias muestran que cambios como los que
tienen lugar en la LTP están implicados, al menos, en el
procesamiento de la información que será eventualmente
almacenada [1, 142].
Aunque no existen evidencias que demuestren una relación
funcional directa entre LTP y memoria por las dificultades antes
citadas, la acumulación de analogías y evidencias
indirectas ha conducido a la aceptación de la idea de que
procesos de tipo LTP pueden estar implicados en las bases fisiológicas
de diferentes tipos de memoria [149, 6]
y que existen diferentes tipos de memoria [159].
La LTP, por tanto, es un buen modelo para estudiar los procesos
subyacentes en la memoria y en todo caso, ha contribuido a conocer
mejor cómo funcionan las sinapsis centrales y el flujo de
información en el Sistema Nervioso.
De todas formas queda un aspecto conceptual filosófico importante
y es poder armonizar la idea sicológica, subjetiva que tenemos
de memoria y aprendizaje con las variables mensurables que estudiamos.
Seguramente el propio develamiento de los procesos mentales ira
cambiando el modo como entendemos estos procesos y hará posible
a cercanos a tal armonía, aunque es de suponer que emergerán
no pocas dificultades pues el objeto de experimentación es
justamente el instrumento de trabajo: el cerebro.
La LTP tiene fases mediadas por diferentes mecanismos
Como la memoria, la LTP tiene fases. Una fase inicial, denominada
LTP temprana (early-LTP, <4h, E-LTP), que depende de la
entrada masiva de Ca++ a través de los canales de los receptores
glutamatérgicos del tipo NMDA. La entrada masiva de Ca++
incrementa las concentraciones intracelulares de este ion, lo que
a su vez activa proteína cinasas que producen modificaciones
covalentes y funcionales en proteínas preexistentes [177]
tales como la calcio-calmodulina-cinasa II, PKC, proteínas
del citoesqueleto, proteínas de adhesión, canales
iónicos [149]. A esta LTP-temprana le
sigue una LTP-tardía (late-LTP, >4h, L-LTP), que
depende de la síntesis de nuevas proteínas relacionadas
con la plasticidad sináptica [131, 79,
130, 74]. En los últimos
años ha sido postulado que la fase tardía de la LTP
es heterosináptica, es decir, que depende de la activación
de sinapsis no glutamatérgicas. Estas sinapsis 'moduladoras',
que pueden ser dopaminérgicas, noradrenérgicas o colinérgicas,
inducen la síntesis de nuevas proteínas necesarias
para que se mantenga la LTP más allá de las cuatro
horas [83] (Fig. 3). La síntesis de nuevas
proteínas es activada por la cascada AMPc/PKA [2,
165, 77]. Hallazgos más
recientes han mostrado que la MAPK (mitogen-activated protein
kinase) está implicada en la LTP [129]
y en algunas formas de aprendizaje y memoria [213].
Significado de la síntesis de proteínas para la
LTP tardía. Hipótesis de la marca sináptica
La L-LTP puede ser bloqueada y separada de las fases precedentes
por la administración de inhibidores de la síntesis
de RNA y proteínas [131, 79,
85, 65, 75].
En experimentos farmacológicos se pudo demostrar que la síntesis
de RNAm y proteínas debe ser activada inmediatamente después
de la inducción de la LTP para permitir el desarrollo de
una L-LTP [76]. La síntesis de proteínas
decisiva tiene lugar en los somas [78] de las
células potsinápticas [166]. Estos
hallazgos son apoyados por resultados que demuestran un aumento
en la síntesis de proteínas en las horas siguientes
a la inducción de la LTP, es decir durante la E-LTP [74].
Debido a que la síntesis de proteínas ocurre principalmente
en el cuerpo neuronal y a que la LTP es homosináptica, cabría
preguntarse cómo estas proteínas encuentran, en las
dendritas, las sinapsis adecuadas para la estabilización
de la LTP.
Hallazgos recientes in vitro muestran que las proteínas
recién sintetizadas como consecuencia de la actividad, no
necesitan mecanismos especiales de tráfico para garantizar
la especificidad sináptica [81, 82].
En su lugar se desarrolla, en las correspondientes sinapsis activadas,
una marca transitoria (synaptic tag) la cual es capaz de
atraer y fijar las proteínas sintetizadas de modo inespecífico
durante la E-LTP. Las proteínas unidas de esta forma a las
sinapsis activadas son presumiblemente responsables del mantenimiento
prolongado de la LTP. Este proceso podría representar un
mecanismo clave para el mantenimiento de las fases tardías
de la LTP y, posiblemente para la conversión de un trazo
de memoria transitorio en uno duradero. En este sentido resulta
también interesante que el marcaje sináptico sólo
se activa transitoriamente (por períodos de menos de 3 horas).
Durante esta ventana temporal post-tetánica se bloquea el
procesamiento de otros ingresos neuronales por la misma vía,
a lo que se le denomina oclusión [83].
Más recientemente se ha podido mostrar que las proteínas
inducida por la inducción de una depresión sináptica
tardía (LTD, Long-Term Depresión); un fenómeno
inverso a la LTP, es decir, la eficacia de la transmisión
sináptica se reduce por largos periodos; pueden consolidar
una E-LTP y viceversa. Estos hallazgos confirman la importancia
de la síntesis de proteínas para el mantenimiento
de ambos fenómenos sinápticos más allá
de las cuatro horas y que pueden haber proteínas comunes
a ambas formas de plasticidad o que la expresión de genes
que se desencadena es inespecífica y se producen muchos tipos
de proteínas. Además, sugiere que la marca sináptica
puede ser selectiva en la elección de las proteínas
que captura, pues es bien conocido que en la LTP prima la actividad
kinasa y la fosfatasa en la LTD y tanto las proteínas inducida
por la LTP pueden prolongar una LTD, como las inducidas por la LTD
pueden consolidad una LTP.
Estos estudios han mostrado que la síntesis de proteínas
es una condición necesaria y suficiente para el mantenimiento
de la LTP.
Se ha encontrado que se producen dos momentos importantes en la
síntesis de proteínas, uno a la hora y otro a las
tres horas de inducida la LTP [65].Dentro de las
proteínas que se sintetizan están factores de trascripción
[59, 60, 61,
56, 4, 71,
35], receptores de factores tróficos y
factores tróficos [36], subunidades de
receptores de tipo NMDA y de receptores glutamatérgico metabotrópicos
[210, 209], proteínas
kinasas como gPCK y aCaMKII [210, 209]
entre otras.
Plasticidad sináptica, un evento que depende de la historia
reciente
Sin embargo, los cambios en la eficacia de la transmisión
sináptica-su magnitud y duración- dependen en gran
medida de la actividad reciente de esas misma sinapsis. La activación
de una aferencia que produce cambios de corta duración puede,
puede sin embargo, bloquear sucesivos intento de inducir cambios
duraderos como la potenciación sináptica duradera
[108] e incluso facilita la inducción
de fenómeno inverso, esto es la depresión sináptica
duradera (LTD) [215]. Todo lo cual significa
que la plasticidad sináptica puede ser modulada por su actividad
reciente. A esta plasticidad de la plasticidad sináptica,
pues no siempre es un patrón de actividad puede inducir plasticidad,
se le ha denominado metaplasticidad [3]. Aunque
si se aplican tétanos mucho más fuerte si es posible
inducir la LTP, lo que ha hecho suponer que la actividad anterior
modifica el umbral, lo eleva no la bloquea completamente [108].
Una consecuencia importante de la metaplasticidad es que una vez
inducida una LTP en una población sináptica, la activación
posterior difícilmente produzca una LTP y si es mucho más
fácil inducir una LTP [3].
Aunque no se conoce con certeza cuáles son los mecanismos
que sustentan la metaplasticidad, se ha propuesto que el aumento
de la inhibición GABAérgica; la regulación
de los canales de K+; los receptores del tipo NMDA y el subsiguiente
Ca++ que entre por estos canales, proteínas que unen Ca++
; el patron de almacenamiento y liberación de Ca++ desde
los almacenes intracelulares mediante las bombas o los canales para
este ión; el nivel de activación de las proteínas
cinasas y las fofatasas están de los candidatos que hacen
posible este comportamiento de las sinápsis [3].
LTP/despotenciación
Si imendiatamante después de inducida una LTP se aplican
estímulos de baja frecuencia la transmisión regresa
a los niveles basales antes del tétanos inicial. A este fenómeno
se le conece como despotenciación o reversión de la
LTP [18]. Aunque si se aplican tétanos
relativamente fuertes la LTP puede ser resistente a la despontenciación
[216]. Un estudio reciente muestra que la resistencia
de la LTP a la despontenciación esta determinada por la síntesis
de proteína, la cual tiene lugar en las dendritas [216].
Recientemente se ha podido demostrar que estímulos fisiológicos
como la exploración sin restricciones de tiempo de ambientes
novedosos puede despotenciar la sinapsis potenciadas con anterioridad
(dos minutos antes). Sin embargo cuando la exploración se
redujo a un minuto la LTP que era de corta duración se prolongó,
conviertiendose en una L-LTP [207].
La despontenciación de la sinapsis recién pontenciada
sólo tiene lugar cuando el estímulo de baja frecuencia
se aplica antes de los 10 minutos después de inducida la
LTP. Estimulos posteriores no logran afectar la transmisión
sináptica tanto in vivo [132],
como in vitro [44]. Los mecanismos propuestos
de la despotenciación son la activación de los receptores
de tipo NMDA, el incremento en los niveles de Ca++ intrecelular
y la modificación del estado de las proteínas cinasas
y las fosfatasas. Las fosfatasas podrían desfosforilar canales
del tipo AMPA a la CaMKII [106, 107].
También, se ha encontrado que los receptores metabotrópicso
gutamatérgicos del tipo 2 mGluRs juegan un papel clave en
l despotenciación [132, 44].
La despotenciación de las sinápsis recién activadas
podría constituir un mecanismo de homeostasea sináptica
que mantiene la sinapsis trabajando en un rango en el cual es posible
modificar su eficacia en respuesta a estímulos relevantes.
La LTP puede ser modulada por factores afectivos
Recientemente, se ha demostrado que una LTP débil y de corta
duración puede ser reforzada si poco antes o después
de inducido el cambio plástico se les permite beber a animales
privados de agua durante 24 horas. De modo que la LTP puede ser
modulada, como la memoria, por factores emocionales-motivacionales.
A este fenómeno se le conoce como reforzamiento motivacional
[196]. El reforzamiento motivacional es mediado
por receptores noradrenérgicos [196].
En la última década se ha podido establecer que la
LTP puede ser modulada por la estimulación de otras estructuras,
como la amígdala basolateral. Se sabe que la estimulación
de alta frecuencia repetitiva de la amígdala puede incrementar
la magnitud inicial de la LTP [111, 113,
110, 114, 115].
La amígdala es una estructura límbica relacionada
con los procesos de memoria emocional [136, 137,
181], y actúa reforzando contenidos de
memoria en otras zonas del cerebro [185, 157,
188, 67, 186,
153, 180, 156].
También se ha podido demostrar que la LTP en el giro dentado
puede ser prolongada si se estimula la amígala basolateral
(BLA) en un período de 30 minutos antes, hasta 30 minutos
después de inducir la LTP. Este reforzamiento de la LTP está
mediado por la norepinefrina y la acetilcolina, las cuales parecen
inducir la síntesis de nuevas proteínas, que pudieran
incorporarse a las sinapsis y de ese modo prolongar el cambio de
conectividad apreciado [73].
La amígdala
basolateral es parte de las estructuras implicadas en el reforzamiento
motivacional de la E-LTP
Estudios recientes de nuestro laboratorio muestran que la amígdala
forma parte de los circuitos subyacentes en el reforzamiento motivacional
de una E-LTP [8]. En un estudio anterior, en el
cual se buscaba un posible sustrato neuronal del reforzamiento motivacional,
se demostró que la
estimulación de la región basolateral de la amígdala
mimetiza el efecto del estímulo motivacional sobre la E-LTP
[73]. En los años noventa se realizaron
un grupo de experimentos que demostraron que la estimulación
eléctrica de la amígala facilita la inducción
de la LTP en el giro dentado [112, 114]
y que la desconexión temporal de esta estructura afecta la
inducción de la LTP [113]. Este último
hallazgo coincide con nuestro resultado de que la desconexión
temporal de la amígdala basolateral disminuye la duración
de E-LTP.
La lesión de la amígdala basolateral bloquea el reforzamiento
de la E-LTP en giro dentado producido por la manipulación
más dos minutos de natación (comunicación personal).
Una serie de estudios conductuales han mostrado que la amígdala
es importante para la consolidación de nuevos trazos de memoria
en otras regiones del encéfalo [191, 58,
143, 9, 173,
98, 51, 67,
186, 201, 31,
153, 180, 184,
156]. También se ha evidenciado que la
amígdala puede ser substrato ella misma de la memoria emocional
[174].
Tomadas en conjunto estas evidencias y nuestros resultados sugieren
que el mecanismo del reforzamiento de la memoria por la amígdala
se basa en su capacidad de reforzar y prolongar procesos transitorios
de plasticidad sináptica en estructuras que forman parte
del engrama de memoria cuando estos contenidos se asocian a estados
motivacionales importantes.
El reforzamiento conductual depende de la síntesis de
nuevas proteínas
La consolidación de la E-LTP provocada por factores
afectivos de la síntesis de nuevas proteínas [22].
Resultados similares se han encontrado en otras formas de reforzamiento
de la E-LTP como las provocadas por estimulación eléctrica
de la amígdala basolateral [73] o la estimulación
eléctrica del septum medial [72].
También la consolidación de la E-LTP producida por
ambientes novedosos es dependiente de la síntesis de nuevas
proteínas y mediado por receptores beta adrenérgicos
[206].
Los agonistas dopaminérgicos de los receptores D1 y D5 inducen
una potenciación lenta similar a la LTP (> 6 h) que también
depende de la síntesis de nuevas proteínas [109].
Esta potenciación es bloqueada por antagonistas de este tipo
de receptores y es ocluida por la potenciación inducida con
análogos del AMPc. [165, 77,
109]. La activación de la PKA es necesaria
para el mantenimiento de la L-LTP en la región CA1 del hipocampo
[2, 77, 75].
Todos estos hallazgos demuestran que el reforzamiento de la E-LTP
comparte estos mecanismos moleculares y, muy probablemente, involucra
la cooperación de aferencias no glutamatérgicas capaces
de activar las cascadas implicadas en los procesos de regulación
génica.
La norepinefrina prolonga la E-LTP
Con el fin de conocer sobre los posibles mecanismos que subyacen
en el reforzamiento conductual hemos estudiado el efecto de la administración
de norepinefrina. Primero estudiamos el efecto de estas sustancias
sobre la transmisión sináptica basal.
Las observaciones de otros autores han mostrado que la norepinefrina
(o sus agonistas) por sí sola es capaz de inducir una potenciación
sináptica de la espiga poblacional en el giro dentado similar
a una LTP (llamada LTP noradrenérgica, cuando es administrada
en preparaciones in vitro) [179, 134,
204, 105, 101].
La LTP noradrénergica es mediada por receptores beta-1, la
activación de la adenilato ciclasa y tiene una fase tardía
que depende la síntesis de nuevas proteínas [203]
[194]. Para que se produzca la potenciación
sináptica inducida por norepinefrina, tienen que incrementarse
los niveles de norepinefrina hasta 30 veces respecto a la concentración
basal [97]. Es probable que las dosis empleadas
por nosotros no alcanzara este valor umbral
La norepinefrina promueve la consolidación (o el reforzamiento)
de la LTP
La administración de norepinefrina 15 min. minutos después
de inducida la E-LTP en el giro dentado del hipocampo a prolonga
la LTP más allá de las 4 horas (enviado). La L-LTP
inducida en el giro dentado en animales con libre movimiento, con
EAFR relativamente fuertes, es bloqueada por antagonistas de los
receptores beta-adrenérgicos y es dependiente de la síntesis
de nuevas proteínas [205]. El reforzamiento
motivacional de la E-LTP es mediado por receptores beta-adrenérgicos
[197]. Un resultado similar se obtiene si se
estimula eléctricamente la amígdala basolateral o
el septum medial. También estos reforzamientos de
la E-LTP son mediado por receptores beta-adrenérgicos, [73,
72]. Especialmente interesante resulta el hallazgo
de que la estimulación del locus cerúleos también
consolidad la E-LTP en el giro dentado del hipocampo (comunicación
personal).
Estas evidencias permiten suponer que el efecto de la norepinefrina,
como mediador del reforzamiento motivacional es similar al propuesto
para la dopamina, es decir activando la cascada: proteína
G/adenilato ciclasa/AMPc/PKA/CREB. Por esta vía, el estímulo
motivacional induce la síntesis de nuevas proteínas,
que luego se insertan en las sinapsis activadas por el estímulo
eléctrico de alta frecuencia y de este modo se prolonga la
LTP más allá de las 4 horas. Esto significa que las
catecolaminas en general pudieran consolidar modificaciones sinápticas
transitorias en el Sistema Nervioso.
De cualquier manera, no se puede descartar la participación
de otros neurotransmisores en especial la acetilcolina. En un estudio
reciente de nuestro laboratorio he observado que la estimulación
de eléctrica de la amígdala induce un incremento en
la liberación de acetilcolina en el giro dentado del hipocampo,
lo cual sugiere que este neurotransmisor pudiera ser clave en la
consolidación afectiva la LTP en el hipocampo (remitido).
Posibles vías de acción de la norepinefrina
La norepinefrina pudiera actuar directamente sobre las células
granulares del giro dentado e inducir la síntesis de nuevas
proteínas (receptores beta-adrenérgicos/proteína
G/adenilato ciclasa/AMPc/PKA/CREB), pero también pudiera
hacerlo de manera indirecta. La norepinefrina pudiera alcanzar la
amígdala, activarla y a través del septum prolongar
la E-LTP, como parece hacer la estimulación eléctrica
de la amígdala. La norepinefrina pudiera llegar hasta el
septum, activarlo y este a su vez a través de la fimbria/fornix
inducir la síntesis de nuevas proteínas. La infusión
de agonistas beta-adrenérgicos en el septum produce
un incremento en la actividad electroencefalográfica de la
corteza y el hipocampo [27]. La activación
del septum por la norepinefrina pudiera inducir la liberación
de acetilcolina en el hipocampo, la cual puede bloquear varios tipos
de corriente de potasio que pueden provocar la despolarización
de las neuronas hipocampales. En estas condiciones, la despolarización
producida por la activación de los receptores AMPA, que de
otro modo no era suficiente para abrir los canales de NMDA, pudiera
entonces abrirlos. La apertura de estos canales provoca la entrada
masiva de Ca++, el cual puede activar subtipos de adenilato ciclasa
sensibles a este ión y con ello la cascada de AMPc/PKA/CREB.
Otra posibilidad es a través de la activación de receptores
muscarínicos, los cuales desencadenan cascadas de activación
que pueden activar a la PKC. Algunos subtipos de esta enzima pueden
activar la síntesis de nuevas proteínas [103].
Plasticidad sináptica, memoria y envejecimiento
El envejecimiento es un proceso destructivo, progresivo e intrínseco
que acontece en todo ser vivo con el tiempo, como expresión
de la interacción del programa genético y el medio
ambiente. No es una enfermedad, sin embargo, contiene una gran cantidad
de cambios sustanciales que conllevan al deterioro del organismo
y finalmente a la muerte.
Si bien el Sistema Nervioso mantiene durante toda la vida la potencialidad
de cambiar como consecuencia de la experiencia, existen períodos
críticos. En algunos de estos períodos críticos
las capacidades neuroplásticas son elevadas; en otros momentos
no lo son tanto. Se sabe que entre 7-15 días de nacidas las
ratas tienen un nivel máximo de plasticidad cortical. El
período que le antecede es de muy poca plasticidad. A partir
del día 15 hasta el 30 -aunque inferiores al periodo que
le antecede- el cerebro mantiene niveles de plasticidad. Otro importante
estadio en el que el cerebro se hace más dúctil es
la pubertad, que en las ratas es alrededor de los 60 días.
En este momento son las hormonas gonadales las que elevan esta capacidad.
Después de la pubertad van disminuyendo lentamente las propiedades
neuroplásticas [128].
Con el envejecimiento se deteriora la plasticidad. Uno de los rasgos
más notable del envejecimiento es la pérdida sustancial
de la memoria. El aprendizaje, que como hemos dicho es una manifestación
de la plasticidad del Sistema Nervioso, se reduce en animales viejos
[14, 220, 176].
En este estadio de la vida se afectan también los procesos
emocionales. Esto posiblemente se deba a modificaciones sustanciales
que sufre el cerebro a lo largo de la vida, de las que no están
exentos el hipocampo [57, 92,
171], la amígdala [5],
y también al tratamiento social que se le da esta etapa de
la vida en caso del hombre.
Se ha descrito que el desarrollo de la LTP en animales de experimentación
es dependiente de la edad. En los animales viejos el umbral de inducción
de la LTP es superior al de los animales jóvenes [16],
y su magnitud inicial es menor [88, 86].
En ellos, la LTP se desarrolla lentamente y decae con rapidez [54,
23]. Además, las ratas viejas con deterioro
cognitivo presentan afectaciones en la plasticidad sináptica
a largo plazo [12].
Las fases tardías se han estudiado poco en los animales viejos
y hasta el momento nada se sabía sobre el reforzamiento motivacional
y por estimulación eléctrica de la amígala
de la E-LTP en animales viejos. En este trabajo se aportan evidencias
al respecto.
El envejecimiento afecta el reforzamiento de la E-LTP por estimulación
de la amígdala basolateral y el reforzamiento motivacional
El envejecimiento deteriora tanto la plasticidad sináptica
como la memoria. Una posible causa de este déficit es que
los procesos de consolidación de estos fenómenos estén
afectados en los animales viejos. Para probar esta hipótesis
utilizamos animales viejos y los clasificamos en animales con déficit
y sin déficit cognitivo a partir de sus desempeños
en el laberinto acuático de Morris [161,
7]. Es una prueba de aprendizaje espacial, la cual
se realiza en una piscina circular llena de agua con una plataforma
sumergida que los animales no ven. La plataforma constituye el único
lugar para escapar del agua y los animales jóvenes lo encuentran
siguiendo pistas extralaberínticas colocadas a tales efectos.
En los animales viejos independientemente de su estatus cognitivos
no se produjo el reforzamiento motivacional de la E-LTP. Una posible
explicación a la pérdida del reforzamiento de la LTP
en el giro dentado por estimulación de la amígdala
en los animales viejos es la llamada 'hipótesis colinérgica'
[20, 19]. En las ratas viejas
se produce una pérdida severa de neuronas colinérgicas
en el septum [211], cuyas terminaciones
en el hipocampo parecen mediar el reforzamiento, pues tanto antagonistas
colinérgicos [73] como la lesión
de fimbría-fornix impiden el reforzamiento de la LTP temprana
por estimulación de la amígdala [122].
El hecho que se hayan encontrado modificaciones en algunos transmisores
neuromoduladores (acetilcolina, norepinefrina y serotonina), resulta
significativo y sugiere de modo robusto que ellos pudieran estar
implicados en el reforzamiento de la E-LTP por estimulación
de la amígdala basolateral. Por otra parte, encontramos una
reducción en los niveles basales de algunos neurotransmisores
y ninguna manipulación modificó de manera significativa
la liberación. Otros autores han encontrado resultados similares
[23, 217, 94,
48, 49, 100,
93, 55, 135].
En cambio, algunos reportes muestran que no hay modificación
en la neurotrasmisión [170] [45,
193, 160, 195,
202].
Pudiera ser que en los animales viejos con déficit cognitivo
la mayor rapidez del decaimiento de la E-LTP guarde relación
con los niveles reducidos de glutamato. En el caso del reforzamiento
pudiera explicarse de modo similar. Según nuestros resultados
y los de otros autores [122, 73]
la acetilcolina podría ser un elemento clave en estas dos
formas de reforzamiento. La estimulación de la amígdala
induce un incremento en la liberación de acetilcolina en
los animales jóvenes. Como hemos mostrado, en los animales
viejos con déficit cognitivo los niveles de este transmisor
no se modificaron con las manipulaciones realizadas, lo cual pudiera
ser la causa del fallo en el reforzamiento. De cualquier modo, nosotros
no podemos concluir que sea la acetilcolina o la norepinefrina el
neuromodulador involucrado en el reforzamiento de la E-LTP, debido
a que los resultados del estudio farmacológico contradicen
a los hallazgos del estudio con microdiálisis. Tal vez sea
importante la interacción entre ellos o se requiere la participación
de un tercero que no hemos contemplado.
La LTP, una
aproximación experimental para comprender los mecanismos
de la memoria
Durante mucho tiempo se ha supuesto que como consecuencia del procesamiento
de información durante el aprendizaje se producen modificaciones
en la eficacia sináptica en los circuitos activados [37,
38, 99]. Justamente la LTP es
un cambio duradero en la eficacia de la transmisión sináptica
que depende de la actividad, de modo que satisface esta condición
atribuida al proceso de aprendizaje y memoria. Por otra parte, existen
múltiples evidencias que indican similitudes en los mecanismos
moleculares de la LTP y la memoria [142]. Por
último, la LTP como la memoria puede ser consolidada por
estímulos afectivos [196].
Una posible explicación a la consolidación afectiva
o de otro tipo de la LTP proviene de la hipótesis de la marca
sináptica (synaptic tagging) [81].
Según esta hipótesis, la inducción de una E-LTP
en una población sináptica puede ser prolongada y
convertida en una L-LTP, si se estimula una población sináptica
independiente en la misma población de neuronas. En nuestro
caso la inducción de una E-LTP en giro dentado por estimulación
de la vía perforante establece una 'marca' transitoria en
las sinapsis activadas. La estimulación de la amígdala,
la activación inducida por el estímulo motivacional
o la norepinefrina añadida, pudieran inducir la síntesis
de nuevas proteínas relacionadas con la plasticidad en esa
misma población neuronal. En esta activación esta
implicada la amígdala, la cual a su vez puede activar el
septum y este a través de la vía fimbria/fornix
[122] induce la síntesis de nuevas proteínas
(neurotransmisor modulador). Las proteínas recién
sintetizadas son 'capturadas' por las sinapsis activadas previamente
(marca sináptica), en las cuales se insertan y prolongan
la E-LTP más allá de las cuatro horas, esto es la
convierte en una L-LTP. De este modo, un cambio transitorio en la
eficacia de la transmisión sináptica puede convertirse
en una modificación más duradera [81,
82].
La participación de estos mecanismos en el aprendizaje y
la memoria podría ocurrir del modo siguiente: la información
sensorial, que viene de la periferia, alcanza al tálamo y
de aquí se distribuye a dos destinos. El primero implica
a la corteza sensorial donde se originan sensaciones y percepciones
complejas de esos estímulos. Esa información es luego
transferida a cortezas polimodales como la corteza entorrinal y
de ahí al hipocampo a través de la vía perforante.
En el hipocampo se produce un cambio de conectividad transitorio
que constituye la huella mnémica de esa información.
El otro camino que puede recorrer la información sensorial
a partir del tálamo es alcanzar la amígdala. Esta,
a su vez, evalúa la información desde el punto de
vista emocional según este cause placer, desagrado o ninguna
de ellas, en cuyo caso no se envían señales de reforzamiento.
Cuando el nivel emocional es elevado las señales límbicas,
vía septum alcanzan el hipocampo induciendo la síntesis
de nuevas proteínas y de ese modo consolidar el trazo de
memoria. De ese modo la huella débil y efímera se
convierte en una memoria más robusta y duradera.
¿Por qué la memoria tiene que ser consolidada? ¿Por
qué el proceso es lento? Las respuestas a ambas preguntas
están íntimamente relacionadas. El Sistema Nervioso
continuamente recibe y analiza información acerca de lo que
sucede en el exterior y en el medio interno. Si la mayor parte de
esta información fuera almacenada el sistema quedaría
congestionado muy rápidamente. Por otra parte, ¿por
qué almacenar información irrelevante? Evidentemente
el sistema necesita evaluar y decidir qué información
será almacenada, porque puede ser crítica y potencialmente
útil para el futuro. El sistema límbico es la parte
del Sistema Nervioso que realiza esta función. No se trata
de que toda la información que se almacena esté determinada
por el sistema límbico, sino de que él facilita el
proceso de consolidación que de otra forma requeriría,
probablemente, de numerosas exposiciones al estímulo. La
lentitud del proceso de consolidación permite la modulación
afectiva que facilita el proceso de consolidación de la información
relevante [153], incluso cuando el animal ha sido
expuesto sólo una vez a la experiencia.
Los hallazgos aquí presentados muestran que la LTP tiene
fases sustentadas por diferentes mecanismos moleculares. Además,
se reúne y discute evidencias experimentales recientes que
confirman la importancia del estado afectivo y de la función
del sistema límbico en el proceso de consolidación
de la memoria. Más aún, permiten proponer un mecanismo
celular para explicar cómo podría ser modulada la
plasticidad sináptica por factores afectivos. Por otra parte,
permiten extender esos principios y conocimientos a otras esferas
de interés. Recientemente, partiendo de los resultados aquí
presentados, hemos encontrado que la estimulación de la amígdala
15 minutos después del entrenamiento puede mejorar el aprendizaje
en animales con lesión de fimbria/fornix (remitido). Este
último hallazgo nos muestra como la activación de
estructuras límbicas puede modular la actividad de otras
áreas cerebrales propiciando no sólo la consolidación
de memoria y la plasticidad sináptica, si no que también
puede contribuir a la recuperación de funciones perdidas.
Los estudios en animales viejos demuestran que estos procesos están
severamente afectados y pueden, por tanto ser causa de agravamiento
de los trastornos cognitivos que acompañan el envejecimiento.
Esto es importante por cuanto constituye la primera evidencia de
que puede existir una relación funcional entre dos de las
principales alteraciones del anciano: la pérdida de la memoria
y la distonía afectiva.
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