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Titulo: TECNOLOGIAS INFORMATICAS EN POS DE LA SEGURIDAD DEL
PACIENTE: EL CÓDIGO DE BARRAS EN SANIDAD.
Autor:
Dr. Boris Gala López. Msc*
*Unidad de transplantes hospital Hermanos Ameijeiras
mail: bgala @infomed.sld.cu
Índice
general
Resumen
La seguridad
del enfermo durante la asistencia sanitaria, es un tema que tradicionalmente
ha preocupado a la sociedad, y es por ello que continuamente se
diseñan estrategias que disminuyan el error del personal
médico. Precisamente se ha encontrado un gran apoyo en las
tecnologías de la información, las cuales ya han demostrado
enormes beneficios para la medicina.
El código de barras es una tecnología simple pero
de gran utilidad que ha sido heredada del control comercial, con
grandes avales. Basado en ello, se ha promulgado su implementación
y universalización en sanidad para controlar la información
de los enfermos en pos de su seguridad, pues este sencillo sistema
permite acceso rápido, seguro y libre de errores a la información
necesaria en pruebas diagnósticas o durante la administración
de tratamientos.
Este artículo revisa los principios, beneficios y experiencias
con este sistema en medicina.
PALABRAS CLAVES: código de barras, seguridad del paciente,
tecnologías de la información.
ABSTRACT.
Patient safety in health care is an ongoing debate for modern society.
Several strategies are continuously being developed to decrease
malpractice in health care personnel. Information technologies,
which have already provided great support for medicine, have indeed
served for this purpose.
Barcode is a simple but useful technology inherited from commercial
management with outstanding performance. Based on that it has been
extensively implemented in health care to manage patient information
in the quest for safety. This system allows rapid, safe and foolproof
access to information, while performing diagnostic procedures or
therapeutic interventions.
This article reviews the principles, benefits and experiences with
this system in medicine.
KEYWORDS: barcode, patient safety, information technologies.
Introducción
En las últimas décadas se ha registrado un creciente
interés mundial en aumentar la seguridad de los pacientes
al enfrentarse al sistema de salud. Se trata de disminuir en lo
posible, aquellos errores imputables al personal sanitario, que
cada año producen considerables perjuicios a los enfermos,
sus familiares, y al propio sistema.[1] Los errores
a los que hacemos mención en este trabajo son aquellos que
devienen de ineficiencias y limitaciones del proceso de administración
de pacientes que ocurre en cualquier punto del proceso asistencial,
e incluye situaciones tan comprometedoras como equivocaciones de
pacientes o de investigaciones, cuando se realizan exámenes
complementarios; o proporcionar resultados de un estudio que correspondan
a otro paciente; o lo que es peor aún, aplicar tratamientos
erróneos a enfermos, por una simple equivocación de
número de cama o historias. Estas limitaciones son totalmente
atribuibles al error humano, pero son siempre fuertemente criticadas
por las graves consecuencias que pueden acarrear.[1]
Innumerables han sido las estrategias que se han diseñado
y se continúan desarrollando para disminuir este flagelo,
resaltando entre ellas la aplicación de tecnologías
de la información (TI) [2, 3],
por lo que hemos querido hacer una breve reflexión sobre
la aplicación del código de barras para disminuir
la incidencia de estos errores, utilizando experiencias perfectamente
validadas y con resultados satisfactorios.
El código de barras.
El código de barras se define como una "clave Morse
óptica", que consiste en una serie de barras negras
y espacios en blanco de diferentes anchos que están impresos
en una etiqueta. Las etiquetas de código de barras son leídas
con un escáner (unidad de rastreo), el cual mide la luz reflejada
e interpreta la clave en números y letras que son transmitidas
a una computadora.[4] Este sistema fue diseñado
para identificar artículos exclusivamente, y el primero fue
patentado en 1949 por Norman Woodland y Bernard Silver. Se trataba
de una "diana" (bull's eye code) hecho mediante una serie
de círculos concéntricos blancos y negros.[4]
El código de barras más conocido es el UPC (Universal
Product Code), que se anunció por primera vez en el año
1973, y que actualmente se encuentra en la mayoría de los
productos de ventas al consumidor en los Estados Unidos. En 1977
se introduce el sistema EAN (figura 1), el cual fue desarrollado
en Europa y luego generalizado internacionalmente, con compatibilidad
con el UPC.[4, 5] El código
de barras almacena información sobre el tipo de artículo,
su fecha de caducidad, el lote y país de procedencia, el
precio, entre otras informaciones. La captura de esta información
se realiza de forma segura y rápida, gracias al uso de sistemas
de identificación automática.
La identificación automática o "Auto ID",
comprende el reconocimiento automático, decodificación,
proceso, transmisión y registro de datos más comunes
a través de la impresión y lectura de la información
codificada en un código de barras.
Figura1. Esquemática de un código
de barras del sistema EAN.
Los códigos de barras permiten una rápida, sencilla
y precisa lectura y transmisión de datos de los artículos
a los cuales hay que darles seguimiento o que requieran ser administrados.
Los códigos de barras pueden ser impresos directamente en
sobres, cajas, latas, botellas, empaques, libros, archivos y en
cualquier papel, muebles, tarjetas y cualquier otro medio de identificación.
Con la aparición de sistemas Auto ID, incluyendo códigos
de barras, sus impresoras, escáneres, decodificadores y software,
se ha aumentado significativamente la velocidad, eficiencia y precisión
de la recolección de datos y su entrada. [5]
Los Auto ID han evolucionado considerablemente en los últimos
años, y han llegado a incorporar nuevas conceptos, como son
la portabilidad basada en tecnología inalámbrica (figura
2).
Figura 2. Las terminales portátiles para
captura de datos son computadoras manuales, operadas por baterías
durables. Los datos son alimentados manualmente a través
de un tablero integrado o automáticamente a través
de un lápiz óptico como el scanner láser manual.
Utiliza un microprocesador avanzado, es inalámbrico con tecnología
Lan y se usa a través de una tarjeta accesible para PC. A
través de esta tarjeta para PC la unidad soporta comunicaciones
RF - principalmente radio de 2.4 ges, tarjetas de memoria y módem.
Las primeras aplicaciones del rastreo del código
de barras, las cuales incluían artículos en el punto
de venta, seguimiento de mercancías y control de inventarios,
se han expandido para incluir aplicaciones más avanzadas.
Una de ellas es precisamente la administración de datos en
la atención médica.
El código de barras en sanidad.
Antes del 1980 el código de barras no existía en el
ámbito sanitario. Sin embargo, ya comenzaba a aparecer en
otras esferas de la vida cotidiana, especialmente en establecimientos
comerciales. Rápidamente la sociedad se familiarizó
con esta tecnología y reconoció su exactitud y eficiencia,
por lo que comenzó a extenderse hacia nuevos horizontes.
[6] Ya en la década de los ´80 comenzó
a introducirse en sanidad, primeramente en labores de control administrativo
de suministros médicos, y más adelante, con el perfeccionamiento
de la gestión clínica, se comenzó a utilizar
para administrar información de los enfermos. En la actualidad,
los buenos resultados de su implementación han logrado que
rápidamente se vaya convirtiendo en una norma dentro de la
asistencia médica mundial. [6]
Existen numerosos beneficios al implementar la tecnología
del código de barras, como son:
1. Posibilidad de enlazar el equipamiento diagnóstico con
sistemas de información hospitalaria (SIH).
2. Reduce el tiempo de identificación de los enfermos en
pruebas diagnósticas e intervenciones terapéuticas.
3. Evita errores de asignación de enfermos.
Numerosos estudios han demostrado que el uso del código
de barras puede ahorrar hasta un 50% del tiempo de trabajo en laboratorios
hospitalarios y servicios asociados. [7] Esto ha
permitido que se hayan desarrollado nuevas tecnologías para
hacer aún más eficiente este sistema. Entre ellas
encontramos la incorporación de la robótica y hasta
de sistemas de rastreo para enfermos o sus muestras. [8]
La combinación del código de barras con equipamiento
médico compatible con él permite lograr una gran eficiencia
en el proceso de la asistencia médica, pues la solicitud
de una prueba diagnóstica solo necesita llevar el código
de barras del paciente, el cual, al ser leído por el escáner
del equipo, autorellena toda la información correspondiente
al enfermo, y permite asociar los resultados con otra información
suya, anteriormente registrada.
Esta modalidad de control informático reduce drásticamente
el tiempo de trabajo, elimina la necesidad de entrada manual de
datos, y por tanto reduce la posibilidad de errores que derivan
de esta actividad. El código de barras también ha
sido utilizado para controlar tratamientos médicos que sean
propensos al error humano por mala identificación del enfermo,
además de su clásica utilización en almacenes
hospitalarios para controlar productos, fármacos y material
médico.[6]
Consideraciones para la implementación.
El sistema de código de barras ha demostrado claros beneficios,
no obstante, se deben tener en cuenta una serie de consideraciones
antes de su implementación. Lógicamente, este sistema
necesita un SIH subyacente que recoja al menos, la información
demográfica de los pacientes, aunque sus mayores beneficios
se obtienen cuando se integra a un SIH total. [6,
8] Es por ello que el sistema de código
de barras debe ser lo suficientemente flexible para cumplir con
los requerimientos de un SIH instalado, y a su vez ser capaz de
adaptarse a otro nuevo sistema, en caso de que este se cambiara
o modificara.
El sistema constaría de un software generador de códigos,
conectado al SIH, impresores del código, y un número
de escáneres determinado por el usuario. Por supuesto conlleva
adiestramiento del personal sanitario, y como cualquier nuevo sistema,
habrá un período de aprendizaje y ajuste, pero la
recompensa será plena.
Una de los elementos más prometedores del sistema de código
de barras es la pulsera identificativa, la cual consiste
en una simple pulsera que contiene el código de barras correspondiente
al enfermo. Ella se le coloca al paciente al ingresar y permite
una identificación positiva e individualizada en todo momento.
Ya sea cuando se somete a pruebas diagnósticas o cuando se
le administra un tratamiento.
El código de barras en la práctica diaria.
El uso del código de barras es ya una normativa en la mayoría
de los hospitales de los Estados Unidos, la Unión Europea
y otros países desarrollados, aunque también ha sido
acogido por muchas instituciones hospitalarias en países
del llamado Tercer Mundo por sus evidentes beneficios. [3]
En ellos se recoge la información demográfica del
paciente, que incluye: Nombre completo, número de historia
clínica, fecha y lugar de nacimiento, lugar de residencia
y teléfonos de contacto (figura 3).
Uno de los departamentos que primero lo implementó y que
en la actualidad lo utiliza sistemáticamente es el servicio
de transfusiones, debido a la frecuencia de errores de aplicación
de hemoderivados y sus devastadoras consecuencias (figura 4). Hoy
día se han disminuido prácticamente a cero los errores
durante la administración de hemoderivados, gracias a las
bondades de este sistema. [9, 10]
Figura 3. Aspecto de la etiqueta de código
de barra de un enfermo. (Tomado del Hospital Universitario Juan
Canalejo, A Coruña, España. Con autorización).
Figura 4. Uso del sistema de código de barras
durante la administración de plasma humano.
El código de barras también ha encontrado una importante
acogida en los servicios de laboratorios hospitalarios, donde se
ha combinado el uso de esta tecnología con sistemas de entrada
estructurada de datos, para aumentar la eficiencia del proceso y
disminuir la posibilidad de errores. [11, 12]
La figura 5 muestra un formulario utilizado en un hospital para
la solicitud de exámenes de laboratorio clínico, donde
se ha diseñado una plantilla que contempla una etiqueta con
el código de barras del enfermo y celdas para la petición
de las diferentes modalidades de análisis clínico,
que luego serán capturadas digitalmente en el laboratorio.
Figura
5. Formulario de análisis de laboratorio clínico,
con aplicación del código de barras (flecha) y sistema
de entrada estructurada de datos. (Tomado del Hospital Universitario
Juan Canalejo, A Coruña, España. Con autorización).
Conclusión
Nuestra sociedad
continuamente se nutre de los nuevos avances en tecnología
de la información y comunicación, y la asistencia
sanitaria se ha convertido paulatinamente en beneficiaria de estas
bondades.[13-15] Numerosos han
sido los ejemplos que avalan los beneficios para los enfermos, el
personal sanitario y el sistema de salud, lo que ciertamente facilita
la universalización de estas prácticas en todo el
mundo.
Este artículo aborda un tema de gran actualidad y polémica
dentro de la comunidad médica. Indudablemente, la seguridad
del enfermo durante el proceso de atención sanitaria, es
un tema que tradicionalmente ha preocupado a toda la sociedad. El
perfeccionamiento de los servicios médicos y la mejoría
de todos los indicadores de salud han traído como consecuencia
que la atención ahora se centre sobre la calidad de los servicios
que brindamos. El error médico se ha convertido en el enemigo
fundamental que conspira contra esa excelencia que buscamos, y por
tanto, se encuentra en la mira del personal sanitario, los administradores
de salud, y de los propios pacientes. Es por ello que continuamente
se diseñan estrategias que disminuyan este problema, y precisamente
se ha encontrado un gran apoyo en las tecnologías de la información.[16]
El código de barras es una tecnología simple pero
de gran utilidad que ha sido heredada del control comercial, con
grandes avales. Basado en ello se ha promulgado su implementación
y universalización en la asistencia sanitaria para controlar
la información de los enfermos, en pos de su seguridad, pues
este sencillo sistema permite acceso rápido, seguro y libre
de errores a la información necesaria en pruebas diagnósticas
o durante la administración de tratamientos.
Necesariamente esta tecnología requiere la existencia de
sistemas de información hospitalaria, y es precisamente en
este campo donde nuestro país comienza a dar pasos cada vez
más seguros hacia la informatización sanitaria.[17]
Este sistema pudiera ser de gran utilidad y a su vez un incentivo
para continuar desarrollando estrategias que aumenten la incorporación
de estas tecnologías, las cuales al final redundarán
en una mayor seguridad en los servicios que prestamos.
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