No. 2 Año 10            ISSN:1684-1859

Editorial  

A propósito de la utilización inadecuada de los productos informáticos

Desde hace varios años las instituciones cubanas han ido introduciendo las tecnologías de la información y las comunicaciones en su quehacer. El sector de la salud ha recibido desde etapas tempranas, a pesar de las dificultades financieras que sufre el país, presupuestos importantes para adquirir tecnología informática. Las instituciones de salud en los momentos actuales disponen de recursos informáticos suficientes para contribuir a la calidad de los procesos de atención a la salud de la población y perfeccionar la enseñanza de las Ciencias Médicas.

Estamos en un instante en que la dirección austera einteligente se impone. Es necesario aprovechar al máximo la tecnología disponible y mantener una conducta económica que nos permita incrementar los logros en nuestra esfera, utilizando oportunamente los sistemas informáticos como ayuda a la toma de decisiones y en el mejoramiento del sistema de salud.

Sin embargo, vemos con frecuencia las dificultades en la introducción de los sistemas de información,el pobre aprovechamiento que los diferentes niveles de dirección hacen de los mismos y la declaración de obsolescencia de un sistema sin tener en cuenta los requerimientos establecidos para no perder la información, el salario invertido, el deterioro de equipos o el consumo eléctrico. También observamos que en ocasiones se deja de explotar el sistema (obsoleto) sin contar con ningún otro y sin establecer una estrategia de migración que permita aprovechar las complejas bases de datos actualizadas.

No es suficiente decir que aplicamos tal o más cual modelo gerencial. La realidad indica muchas veces que ello no se hace con rigor ni se aplica en la práctica;en ocasiones todo se resume a cumplir una formalidad administrativa.

La ausencia de controles que midan la correspondencia entre la inversión en tecnologías informáticas y los resultados obtenidos en su explotación ―o, en caso que existieran dichos controles, la ausencia de información sobre sus resultados― hace que el capital humano se desaliente al desconocer la repercusión de su trabajo.

La dirección estratégica permite determinar el alcance, las fortalezas, debilidades y limitaciones de la plataforma computacional existente dentro de una organización, para posteriormente identificar las oportunidades de mejoramiento tecnológico que proporcionen el soporte adecuado a los procesos que en ella acontecen. Por muchas estrategias que digamos utilizar, si no las aplicamos a los intereses de la Salud Pública Cubana, los productos de nuestro desarrollo científico, el conocimiento y valor añadido de los mismos no será aprovechado de forma oportuna.

 







 


Dra. Esperanza O’Farrill Mons
Directora
Revista Cubana de Informática Médica

 

 

 
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