Internet
nos enfrenta a un mundo que cambia constantemente en todas las esferas
del saber. El desarrollo de las Tecnologías de la Información
y las Comunicaciones avanza a velocidades impredecibles, como una
nave que viaja hacia el futuro y en la que tenemos que embarcar previendo
no quedar aislados, incomunicados y analfabetos.
Las
Universidades Cubanas enfrentan un reto; el de erigirse como centros
gestores de conocimiento, impulsores del aprendizaje en red, para
egresar un profesional capaz de seguir desarrollándose en un
mundo donde los cambios se producen en cuestión de segundos
y donde la estrategia que se siga determinará nuestra activa
inserción en la Sociedad de la Información.
No
es posible en la actualidad producir una enseñanza virtual
si no se ha definido un plan de estudios adecuado, con técnicas
específicas y con profesores con pleno dominio de las tecnologías
de la información, no es solo pasar de la educación
presencial a la educación a distancia, es crear las herramientas
para este tránsito, mucho más cuando nos basamos en
el uso de las tecnologías de la información.
El profesor tiene que estar preparado no solo para diseñar
su clase, sino también para dirigir el proceso de enseñanza
y contribuir a la construcción del conocimiento en función
de los requerimientos tecnológicos con que cuenta. El simple
hecho de utilizar el correo electrónico no es una patente de
corzo para garantizar la calidad del aprendizaje virtual.
El
abordar en nuestras condiciones el modelo mixto (presencial y no presencial)
es una estrategia adecuada. Es necesario trabajar en diseños
no presenciales para facilitar el estudio a aquellos que no tienen
posibilidades de trasladarse o disponen de poco tiempo por sus horarios
de trabajo y así puedan adquirir un título universitario
o un perfeccionamiento en su especialidad.
Como
siempre decimos, no debemos esperar hasta que tengamos todo el equipamiento
necesario ya que la primera etapa de este trabajo es de cultura de
redes (que se puede adquirir en los laboratorios de las Facultades),
de dominio de técnicas para la educación a distancia
y creatividad, que solo se logra con la dedicación y la experiencia
pedagógica de nuestros claustros. Todas las Universidades de
Ciencias Médicas tienen este reto y la oportunidad de contar
con el apoyo del Estado, que aún en las condiciones económicas
actuales, se preocupa y asigna presupuestos millonarios para perfeccionar
el proceso de enseñanza e informatizar nuestras Universidades.
Nuestro
estudiante debe, por supuesto, tener una cultura informática
y de redes, que le permita asimilar la ausencia física del
profesor, y adiestramiento en la lectura en pantalla y en la expresión
escrita por medio del teclado.Transitaremos del correo electrónico
a las videoconferencias y estamos obligados a definir cuáles
son las materias o especialidades idóneas para el diseño
no presencial y para el semipresencial, así como aquellas que
se apoyarán para su desarrollo en las tecnologías de
la información pero que, debido a sus objetivos o al desarrollo
tecnológico, deben continuar como presenciales.
Dra.
Esperanza O´farrill Mons