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| Editorial |
Cliente Ligero: ¿realmente una ventaja tecnológica?
Un cliente ligero se puede definir como una computadora de baja capacidad de procesamiento, generalmente sin unidades de almacenamiento, de reducido tamaño, y de un costo muy reducido. Su uso se vislumbra como una alternativa ecológica y económica, que permite reutilizar computadoras obsoletas o de muy bajo rendimiento como terminales, acompañadas por un servidor potente.
Las alternativas existentes para los entornos de trabajo en redes de clientes ligeros (o thin client), se basaron inicialmente en la filosofía de trabajo de UNIX. Ello significa que múltiples usuarios trabajan al mismo tiempo con aplicaciones gráficas que se ejecutan en un servidor, mientras que la salida se muestra en cualquier puesto de trabajo. La idea de los clientes ligeros proviene de los antiguos terminales en modo texto que se utilizaban en instalaciones centralizadas para determinados entornos. Las entradas de datos a través del teclado y el ratón son re-direccionadas al servidor, hacia un teclado y ratón virtual que se encarga de interpretar los eventos.
Entre las principales ventajas de un entorno centralizado como el que plantea este tipo de red, están:
- La facilidad de administración, a partir del uso de un solo servidor.
- El ahorro económico y energético.
- La posibilidad de reutilizar el parque informático, lo cual repercute favorablemente desde un punto de vista ecológico.
No obstante, también plantea desventajas. Entre ellas:
- Un bajo nivel de interactividad.
- La posibilidad de que el comando de navegación ejecutado se vea en varias máquinas a la vez.
- La necesidad de utilizar un solo navegador.
- Acceso limitado de los servicios en la computadora del usuario.
¿Podríamos encontrar un elemento subliminal en la propuesta de esta tecnología?
Existen dos aspectos que vale la pena destacar. Mantener y actualizar las computadoras personales en tiempos de constante evolución implica gastos. Además, muchos empleadores consideran que las máquinas de escritorio tradicionales ponen demasiado poder en manos de los trabajadores. Si a estos dos elementos sumamos el hecho de que la navegación por Internet por interés propio conduce a pérdidas de tiempo y dinero, y además eleva la vulnerabilidad de los equipos a ataques externos, nos encontramos ante un número importante de razones que justificarían el uso de esta tecnología.
No obstante, luego de haber revisado los elementos a favor o en contra, en nuestra opinión, desde el punto de vista tecnológico y económico puede que estemos haciendo lo mejor, pero corremos el riesgo de limitar la creatividad de las personas. Ello podría conducir incluso a un proceso de desmotivación a largo plazo que al final sea perjudicial para el clima organizacional, uno de los elementos que más atención y cuidado requieren en la gerencia moderna. Porque más allá de los beneficios de compartir y socializar la información, se corre el riesgo de uniformizar los esquemas de trabajo y las posibilidades de actuación.
En nuestros días, el control de la información generada y disponible equivale a dominio. ¿Nos encerraremos en las Catedrales de la Información/Conocimiento o lograremos encontrar un equilibrio?.
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Dr. C. M Caridad Fresno Chávez
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